El alzamiento militar del 19 de julio de 1936

Barricadas en Barcelona el 19 de julio de 1936

El aire en las calles de Barcelona es denso y lleno de tensión. Detrás de una barricada improvisada con adoquines, sacos de arena y trastos viejos, los milicianos esperan la llegada de las tropas rebeldes. A lo lejos suenan tiros intermitentes. Algunos fuman. Otros, con manos temblorosas pero decididas, ajustan los fusiles y las escopetas de caza. De vez en cuando alguien se asoma por encima de la barricada, buscando cualquier movimiento sospechoso en la otra punta de la calle. Son miradas cómplices y de preocupaciones compartidas. Ninguno de ellos se mueve; saben que, cuando llegue el momento, tocará resistir hasta el final.

“ Lo más terrible de todo lo malo es una guerra civil,
porque es la guerra de los hermanos
Federico García Lorca

El 17 de julio de 1936, un sector del ejército, liderado por oficiales como Francisco Franco, Emilio Mola y José Sanjurjo, se subleva contra el gobierno del Frente Popular. El golpe no tendrá éxito en todo el país, lo que llevará al estallido de la Guerra Civil. El país queda dividido entre los "republicanos", que apoyan al gobierno legítimo, y los "nacionales", sublevados que cuentan con el apoyo de sectores conservadores, monárquicos y la Iglesia. La guerra se verá influenciada por la confrontación entre el fascismo de Hitler y Mussolini, y el comunismo de Stalin, que en esos momentos se disputan Europa. Los militares rebeldes recibirán el apoyo de la Alemania nazi y de la Italia fascista, mientras que la URSS y las brigadas internacionales apoyarán al bando republicano.

Soldados republicanos defienden la Central Telefónica de Barcelona (Agustí Centelles)

En Cataluña, la insurrección tuvo particularidades que la distinguieron de otros puntos de España. Los militares rebeldes, encabezados por oficiales como el general Manuel Goded, intentaron tomar el control de Barcelona y otras ciudades catalanas el 19 de julio, pero se encontraron con una fuerte resistencia popular. La respuesta de las milicias obreras, especialmente de los anarquistas de la CNT-FAI y otros grupos republicanos, junto a la Guardia de Asalto y la Guardia Civil, que se mantuvieron leales a la República, fue decisiva. Las calles de Barcelona se llenaron de barricadas y combatientes armados, muchos de ellos con armas incautadas de los cuarteles. Tras intensos combates durante varios días, el golpe fracasó. El general Goded fue capturado y obligado a anunciar por radio su derrota. Las fuerzas republicanas mantuvieron el control de Barcelona y la ciudad se convirtió en un bastión de resistencia durante la mayor parte de la guerra.

El fracaso del levantamiento en Cataluña no sólo permitió que el país se mantuviera leal a la Segunda República, sino que también desató una revolución social sin precedentes, que alteró la estructura política y económica durante los primeros años de la guerra. La clase trabajadora, liderada principalmente por anarquistas y comunistas, tomó el control de fábricas, tierras y servicios públicos, instaurando un sistema de autogestión en muchos ámbitos y sectores.

“ La Guerra Civil Española es la tragedia de un pueblo que se muere de hambre, luchando por un sueño de libertad
Antoine de Saint-Exupéry


Barricadas en Barcelona el 19 de julio de 1936

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