La Diada del 11 de septiembre de 1976

Cartel de la Diada de 1977

El 10 de agosto de 1976, tras el éxito de las manifestaciones de principios de año, y bajo la iniciativa de la Asamblea de Cataluña, que todavía era clandestina, se constituyó la Comisión Once de Septiembre con el objetivo de organizar una conmemoración unitaria de la Diada de Cataluña, de carácter reivindicativo. El acto debía celebrarse en el parque de la Ciutadella de Barcelona, ​​por el significado histórico de este espacio: en 1714 Felipe V había hecho construir una fortaleza para controlar y someter a la población. A falta de cinco días, el gobernador civil, temeroso de que se produjera una gran movilización en la ciudad, no autorizó el acto. Después de muchas negociaciones se acordó trasladar la celebración a la población de Sant Boi de Llobregat, lugar simbólico, ya que Rafael Casanova estaba enterrado en la iglesia de Sant Baldiri, en el mismo pueblo.

Jordi Carbonell

La convocatoria fue un éxito total. A las cinco de la tarde, unas cien mil personas llenaban la plaza de Sant Boi y sus alrededores. Por primera vez, después de cerca de cuarenta años de dictadura, se pudo celebrar públicamente lo que años más tarde se convertiría en la Diada Nacional de Cataluña. De ese acto cabe recordar el testimonio de Jordi Carbonell, quien en su discurso pronunció la memorable frase "Que la prudencia no nos haga traidores". Aquel día se convirtió en un precedente fundamental de reivindicación pacífica y unitaria del catalanismo y, al mismo tiempo, un símbolo de la fuerza de quienes deseaban la ruptura definitiva con el régimen franquista.   

“ La historia de un pueblo se construye con la valentía

de quienes se atreven a manifestar su voz

— Montserrat Roig


Al año siguiente, el 11 de septiembre de 1977, se pudo realizar la primera manifestación en Barcelona, ​​que reunió a un millón de personas también bajo el lema "Libertad, Amnistía, Estatuto de Autonomía". Las consecuencias políticas de esta manifestación no se hicieron esperar demasiado: el 29 de septiembre de ese mismo año se restableció la Generalitat de Catalunya y el 15 de octubre se aprobó la ley de amnistía política. El Estatuto de Autonomía se aprobó en 1979 y, un año después, la Diada del 11 de septiembre fue declarada fiesta nacional de Cataluña por el Parlament de Catalunya.





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