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Desfile de Franco por las calles de Barcelona (1939)
Después de meses de intenso
avance de las tropas franquistas por territorio catalán, las defensas
republicanas fueron agotándose, culminando con la toma de Barcelona, el 26 de enero de 1939, consumando la derrota de las fuerzas
republicanas en Cataluña. Después de unos días de constantes ataques sobre la
ciudad, el ejército franquista
ocupó la capital catalana sin resistencia ni enfrentamientos directos en el
interior, porque muchas personas ya habían huido hacia la frontera francesa, en
un evento que se conoce con el nombre de la Retirada. El General Yagüe, el
"Carnicero de Badajoz", lideró la entrada triunfal de las tropas.
Con la pérdida de Barcelona, la República se quedó sin un apoyo fundamental tanto a nivel
estratégico como moral. La caída de Cataluña, uno de los últimos bastiones
republicanos, supuso un punto de inflexión definitivo en la Guerra Civil, allanando el camino para la conquista
definitiva del resto del territorio español, que culminaría con la toma de
Madrid, en marzo de 1939.
“ La Guerra Civil Española fue un combate de gigantes que decidió el futuro
de Europa, y sin embargo, el mundo decidió mirar hacia otro lado
— Albert Camus
La primera visita de Francisco
Franco a Barcelona tuvo lugar el 1 de octubre de 1939. Franco fue recibido con
una gran manifestación por parte de los sectores que apoyaban su régimen.
Durante su visita, pronunció un discurso prometiendo una "nueva era de paz
y prosperidad" para España. En realidad, esta visita marcó el inicio de
una dura represión bajo su despiadado régimen.
La derrota significó el fin de
la Generalitat y de las aspiraciones de autonomía que habían sido reconocidas
por la Segunda República, en 1932. Miles de personas fueron encarceladas,
ejecutadas o represaliadas. La lengua y la cultura catalanas fueron reprimidas,
y comenzó un largo período de centralización y persecución política y cultural.
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