La Capuchinada, los estudiantes pasan a la acción

La Capuchinada

El 9 de marzo de 1966, un numeroso grupo de estudiantes y figuras relevantes de la intelectualidad catalana se reunió en secreto en el Convento de los Capuchinos de Sarrià, en Barcelona, ​​para crear el Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB), un sindicato independiente que debía representar democráticamente los intereses de los estudiantes, en contraposición al Sindicato Español Universitario (SEU), controlado por el régimen. Este evento clandestino, que ha pasado a la historia con el nombre de Capuchinada, contó con la presencia de 450 personas, entre ellas activistas, profesores, estudiantes y personalidades del mundo intelectual, como Salvador Espriu, Montserrat Roig, Joaquín Molas, Jordi Rubió, Luis Maria Xirinacs, Oriol Bohigas Tura, Raimon Obiols o Josep Maria Benet y Jornet, entre otros.

“ La valentía de los estudiantes en tiempo de represión nos recordó que la juventud tiene el poder de transformar el mundo,
 desafiando a quienes intentan oprimirlo
— Salvador Espriu

Al enterarse del encierro, el régimen reaccionó con rapidez. La policía franquista y la Brigada Político-Social rodearon el convento, cortaron las líneas telefónicas e impidieron el acceso al recinto a todos, excepto a los religiosos de la orden, a los que dejaba entrar tras someterlos a un registro exhaustivo. Finalmente, tres días después, irrumpieron en el lugar. Los participantes fueron detenidos, fichados y muchos de ellos, incluidos profesores, fueron expulsados ​​de la Universidad o sufrieron represalias. Entre los detenidos había importantes figuras de la intelectualidad catalana, lo que dio una gran notoriedad al evento, tanto en Cataluña como en el exterior. Pese a la represión, la Capuchinada marcó un punto de inflexión en la lucha estudiantil en Cataluña.



La Capuchinada no sólo fue un acto de protesta de los estudiantes, sino que también contribuyó a la cohesión de la resistencia antifranquista en Cataluña, estableciendo puentes entre las luchas estudiantiles y otras formas de oposición política. El evento puso en marcha un movimiento unitario de solidaridad política y ciudadana, que fue el germen de la plataforma La Mesa Redonda de Oposición Catalana (1966-1973), antecedente de la Asamblea de Cataluña, y reforzó la incorporación de sectores eclesiásticos a la lucha antifranquista, con una inédita manifestación de curas, el 11 de mayo del mismo año, para protestar por el maltrato y tortura de delegados universitarios en la Comisaría de la Vía Layetana de Barcelona. El régimen franquista, conocido por su dura represión contra cualquier clase de disidencia, reaccionó con hostilidad. Los sacerdotes fueron reprimidos violentamente por la policía y varios fueron detenidos. La brutalidad policial se convirtió en un escándalo que trascendió a nivel internacional.

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