
Durante la dictadura, las ciudades catalanas sufrieron una profunda transformación del nomenclátor urbano. Miles de calles, plazas y otros espacios cambiaron el nombre por el de figuras, batallas, divisiones militares, efemérides o conceptos ideológicos del régimen. En Barcelona, la Avenida Diagonal fue rebautizada con el nombre de avenida del Generalísimo Franco, y la actual plaza Francesc Macià pasó a llamarse Plaza de Calvo Sotelo, político de la derecha española asesinado poco antes de la Guerra Civil. Cambios como éstos afectaron a todos los pueblos y ciudades. En Sabadell, la plaza de los Caídos o la calle 18 de Julio. En Terrassa, calle José Antonio Primo de Rivera o plaza General Moscardó. En Manresa, la plaza de los Mártires. En Mataró, la calle Caudillo o la de los Héroes del Alcázar
“ Entre 200 y 400 calles de Barcelona fueron renombradas para conmemorar figuras militares, batallas de la Guerra Civil,
y conceptos ideológicos del franquismo
— Vilaweb
El franquismo utilizó una serie de símbolos para promover su ideología y consolidar su poder. La ausencia de legitimidad democrática del régimen impulsó la búsqueda de legitimidades alternativas de corte carismático, al igual que el fascismo italiano o el nazismo alemán. Banderas, escudos, efigies, monumentos, medallas, insignias, uniformes y distintivos de todo tipo fueron utilizados masivamente como referentes icónicos, siguiendo las modernas técnicas de propaganda, para identificar visualmente a las personas e instituciones del régimen franquista, y para apropiarse simbólicamente de lugares emblemáticos. La ausencia de crítica interna se transformó, desde muy pronto, en un desmedido culto a la figura de Franco, "Caudillo de España por la Gracia de Dios", que había salvado a España del caos republicano, del comunismo y del separatismo. Este título, junto con su imagen omnipresente en monedas, sellos, carteles y edificios, constituía uno de los principales símbolos del régimen.

Uno de los símbolos más representativos fue el águila de San Juan, que se incorporó al escudo de España en 1938 y se mantuvo hasta 1981. El águila estaba inspirada en el escudo de los Reyes Católicos, haciendo una referencia clara a la unidad histórica de España que Franco pretendía restaurar. Otro símbolo icónico fue el yugo y las flechas, símbolo de la Falange Española, el partido fascista fundado por José Antonio Primo de Rivera en 1933. El yugo representaba el sometimiento y la unión de la nación, y las flechas representaban la fuerza y el control.
El Cara al Sol fue el himno oficial de la Falange y, por extensión, del Movimiento Nacional. Se cantaba en ceremonias oficiales, en actos de exaltación franquista y en las escuelas, donde se inculcaba la lealtad al régimen ya desde pequeños. El saludo fascista, con el brazo derecho extendido, era el saludo oficial de la Falange y se utilizaba en actos públicos y oficiales, especialmente en los primeros años del régimen.
“ Más de 3.000 símbolos franquistas continuan presentes en Catalunya
— Vilaweb
Muchos de estos símbolos se mantuvieron durante décadas, hasta la llegada de la Transición, cuando empezaron a ser sustituidos progresivamente. Sin embargo, cincuenta años después, más de 3.000 símbolos siguen todavía presentes en edificios y espacios públicos de muchos rincones de Cataluña, lo que muestra la magnitud del legado franquista. Aunque la Ley de Memoria Histórica de 2007 obliga a retirar todos estos vestigios, en algunos casos, su retirada es objeto de controversias y debates.
