


En el campo anarquista, justo terminada la guerra, surgió
el Movimiento Libertario, una organización revolucionaria que englobaba a
varios colectivos y sindicatos de ideología libertaria, como la CNT y la
Federación Anarquista Ibérica (FAI). El Movimiento Libertario no fue un
movimiento terrorista en su esencia, aunque en ciertos momentos y
circunstancias, algunos de sus miembros o grupos afines recurrieron a la
violencia como respuesta a la brutal represión del franquismo y al intento de
mantener viva la lucha. Uno de los grupos más activos fue el de Francesc Sabaté
Llopart, conocido como "El Quico", que participó en numerosas
acciones de resistencia armada durante los años 40 y 50, incluyendo atracos,
sabotajes y atentados contra fuerzas del régimen. Otro anarquista destacado fue
José Luis Facerías, quien, al igual que Sabaté, luchó contra el régimen con
tácticas de guerrilla urbana, participando en atracos y atentados hasta su
muerte en 1957, en Barcelona.
