
Un quiosco de Las Ramblas al día
siguiente de la muerte de Franco
El 20 de noviembre de 1975, después de casi cuarenta años
de dictadura, muere el general Franco, y el rey Juan Carlos I asume el poder
con las directrices del propio dictador de perpetuar el régimen más allá de su
muerte. Sin embargo, el 3 de julio de 1976, en un clima de agotamiento del
franquismo y reivindicación de las libertades ciudadanas, el rey nombra a
Adolfo Suárez presidente de un gobierno que avanza de forma cada vez más
decidida hacia la restitución de las instituciones democráticas. El nuevo
presidente hace aprobar por las Cortes franquistas un proyecto de ley para la
reforma política del país. Una vez legalizados los partidos, incluido el
Partido Comunista, el 15 de junio de 1977 se celebran las primeras elecciones
legislativas democráticas desde 1936. Las elecciones configuran unas cámaras
cuyo objetivo principal es la redacción de una Constitución, que será aprobada
en referéndum el 6 de diciembre de 1978. Este nuevo marco legal abre un período
lleno de incertidumbres sobre el futuro del país, un período de
transformaciones políticas, sociales y culturales que ha pasado a la historia
con el nombre de la Transición.
“ El 15 de junio de 1977 se celebran las primeras
elecciones democráticas
desde 1936


Colas en los colegios electorales durante las primeras
elecciones democráticas (1977)
Durante este período, Cataluña, una de las regiones más
reprimidas por el franquismo y donde las luchas por el reconocimiento de la
propia identidad habían sido más fuertes, es escenario de eventos
significativos. En un contexto de grandes movilizaciones surge el lema
"Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía", uno de los lemas más
icónicos de la transición, para reclamar la libertad que hacía años que había
sido arrebatada, la amnistía para los miles de presos políticos condenados por
el régimen, y un nuevo Estatuto de Autonomía del país. En este sentido, la
Constitución de 1978 reconoce el derecho de autogobernarse a las nacionalidades
y regiones, proclamación que ampara la restitución de la Generalidad de
Cataluña y el reconocimiento de la identidad nacional catalana.
“ La Transición abrió sus puertas a una nueva manera de
hacer política en Cataluña, donde las voces diversas y plurales comienzan a
ser escuchadas
— Jaume Cabré
La transición hacia la democracia facilitó que muchos de
los exiliados republicanos, entre ellos intelectuales, escritores y activistas,
pudieran regresar a Cataluña después de décadas en el extranjero,
mayoritariamente en Francia, México y otros países de América Latina. Muchos
regresaron con la esperanza de participar en la reconstrucción democrática del
país y la recuperación de las instituciones catalanas. Entre los exiliados
llegaron figuras clave de la política catalana, como el presidente en el exilio
Josep Tarradellas, quien regresó el 23 de octubre de 1977 para ser restituido
como presidente de la Generalitat de Catalunya. El regreso no fue siempre
fácil; algunos exiliados sufrieron dificultades para reintegrarse en una
sociedad que había cambiado después de casi cuarenta años de dictadura. Sin
embargo, su papel fue fundamental en el proceso de recuperación democrática y
cultural del país.